Medicina Integral Comunitaria (MIC): formación médica alternativa en Venezuela. Por Javier Segura del Pozo. Médico salubrista. Dentro de la serie “La Salud Pública en Venezuela” hoy hablaremos de la nueva carrera de Medicina: “Medicina Integral Comunitaria” (MIC) que se diseñó al margen de las principales autoridades académicas y en paralelo a la formación médica tradicional.
INTRODUCCIÓN. Las reformas de currículo en Venezuela se han caracterizado por el predominio de la razón instrumental, la estandarización, la regulación de clases, técnicas, diferencias de género por medio de formas. P R E M I O N AC I O N A L D E P E R I O D I S M O 19 8 2 / 19 8 9 / 19 9 0. 34° Puerto La Cruz, Viernes 20 de noviembre de 201 5 Año LVI Edición 21.499 w w w.eltiempo.com.ve E L P E R I Ó D I CO D E L P U E B LO O R I E.
Esta dirigida por la misión médica cubana en Venezuela y la formación teórico- práctica principal se desarrolla en las instalaciones de la Misión Barrio Adentro (MBA). La originalidad consiste en que prioriza la formación en atención primaria y en salud comunitaria, frente a contenidos más clínicos y especializados. Pretende solucionar el déficit de médicos en el descapitalizado sistema público de salud, actualmente apuntalado con 2.
La intensa vinculación del MIC al “chavismo” pone en peligro la sostenibilidad futura de esta interesante iniciativa. Estudiantes del Programa de Formación de Medicina Integral Comunitaria. Barbacoas, estado Aragua.
Abril 2. 00. 6. Fuente: OPS. Barrio adentro. El derecho a la salud y la inclusión social en Venezuela”. Barrio_Adentro_Derecho_a_la_Salud_e_Inclusion_Social. La MIC, en medio del fuego cruzado. Cuando llegué a Caracas a finales de noviembre, la persistente guerra dialéctica entre chavistas y antichavistas en los medios (ver De Caracas a Popayán: explorando la Salud Pública de Venezuela y Colombia) se centraba en las dudas sobre la cualificación profesional de los nuevos Médicos Integrales Comunitarios (MIC), cuya primera promoción de unos 7. En total 2. 4. 0. Medicina (MIC), en paralelo con otros 2.
Un país, dos sistemas de formación médica pregraduada? El MIC se había iniciado en 2. Comandantes Fidel Castro y Hugo Chávez, conocida como “Compromiso de Sandino”, para la formación masiva de médicos, y otros profesionales de la salud, para Latinoamérica, el Caribe, África y el mundo. El gobierno bolivariano de Venezuela los presentaba como la gran aportación al escandaloso déficit de médicos en su sistema publico de salud (ver El sistema público de salud en Venezuela y Misión Barrio Adentro (2ª parte: presente y futuro). La mayoría de los estudiantes MIC provenian de los barrios y zonas humildes del país, se formaban en los centros de la Misión Barrio Adentro (MBA) y el enfoque de su formación se dirigía a dar una especial importancia a los determinantes sociales de la salud y a la participación comunitaria en la acción de salud.
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- P R E M I O N AC I O N A L D E P E R I O D I S M O 19 8 2 / 19 8 9 / 19 9 0. 33° El Tigre - Anaco, Jueves 29 de oc tubre de 201 5 Año LVI Edición 3.477 w w w.eltiempo.com.ve E L P E R I Ó D I CO D E L P U E B LO O R I E N.
Todo ello, sería una garantía frente al problema, que ya mencionamos en los anteriores artículos, sobre la supuesta falta de interes y/o de compromiso social de los médicos venezolanos por trabajar en el sistema publico y ,especialmente, en los barrios y zonas rurales económicamente menos rentables. También daría una solución al hecho de que el descapitalizado sistema publico de salud había sido apuntalado mediante la “importación” de unos 2. Ver Misión Barrio Adentro (1ª parte: origen y desarrollo) y Misión Barrio Adentro (2ª parte: presente y futuro). La presencia de médicos cubanos suponía un importante coste para el estado venezolano (cuyo monto estimado no he podido averiguar) y, por lo tanto, su sustitución por las nuevas promociones de MIC venezolanos, iba a suponer ventajas de todo tipo. Sin embargo, para la oposición al gobierno de Chávez y para una parte importante de la clase médica venezolana (incluidos los profesores, catedráticos y decanos de la mayoría de las Facultades de Medicina), el proyecto de MIC era casi una aberración, sobre la que recaen múltiples acusaciones, que, según pude comprobar, habían calado en la población, generando una desconfianza “a priori” sobre la calidad de la atención de estos futuros profesionales. Estas acusaciones se centraban en que, comparada con la formación clásica que se recibía en las Facultades de Medicina: No tienen una buena formación clínica y hospitalaria. No han hecho prácticas quirúrgicas.
Les han formado con muñecos y con programas informáticos de simulación. No saben farmacología. Les dan formación política (para hacerles “agentes comunistas” pro- Chávez y por- Castro)La formación solo dura 4 años (según algunas versiones, incluso solo 3 años[1]). Entre todos los reproches, me sorprendía que fuera objeto de debate y versiones contrapuestas algo tan objetivo como el número de años de la formación y que diferentes medios antichavistas no coincidieran en la exacta duración (demasiado breve) de la carrera. Redefinir el contenido comunitario de la carrera de Medicina. Por otra parte, debo confesar que la acusación de un menor contenido de formación clínico hospitalaria especializada, no hacía más que despertar mi simpatía e interés por este nuevo diseño de formación médica pregraduada.
Muchos de los que hemos sido formados en las facultades de Medicina, y luego no hemos dedicado nuestra practica a una especialidad clínica de ámbito hospitalario, tenemos la sensación de que hay un enfoque equivocado en el diseño de formación pregraduada. Está excesivamente centrada en conocimientos propios de especialidades clínicas y muy enfocada a la práctica hospitalaria, en detrimento de otros contenidos de indudable interés y apenas presentes en la formación médica pregraduada (por ejemplo: Salud Publica, Epidemiología, Sociología de la Salud, Psicología social, Pedagogía, Ética médica, Antropología médica, etc.) o que son más útiles en ámbitos de practica no hospitalaria (ejemplo, atención a demandas y problemas de salud que se ven en el nivel primario) y que complementan a los anteriores. Además, la formación en aulas universitarias y en hospitales, debería ser complementada con la formación en centros de salud y en comunidades. El “terreno” médico (el ámbito de la práctica médica) no se reduce a los pasillos, habitaciones, consultas y quirófanos hospitalarios. Hasta ahora las estrategia para equilibrar esta formación ha sido doble: crear una especialidad (de formación postgraduada) con contenidos especificos de APS y que de valor a la salud comunitaria (es el caso de la especialidad de Medicina Familiar y Comunitaria- MFC- creada en España en 1. Venezuela y Colombia).
La otra, que es menos común en nuestro entorno académico, es introducir más contenidos de APS y Salud Comunitaria en la formación pregraduada de los estudiantes de medicina (como es el caso de la MIC). Ahora en Venezuela conviven ambos modelos, y, según supe por una conversación con la presidenta de la Sociedad Venezolana de Medicina de Familia, ya hay temor de que compitan entre sí por puestos de trabajo en el sistema público. No es sorprendente que exista el sesgo pro- especialista- clinico, anteriormente mencionado, por la predominancia del modelo biomédico, mecanicista y asocial en la práctica y en la formación médica de la mayoría de los paises, que da más valor a ciertos contenidos y ciertos ámbitos de formación. En España, hasta la década de los 8.
Centros de Salud de Atención Primaria y las correspondientes Unidades Docentes de Medicina Familiar y Comunitaria (MFC). Hasta los futuros especialista de MFC eran formados principalmente en un medio (con muy poca vocación comunitaria) en el que no iban a desarrollar su práctica futura: los hospitales. Pero se suponía que allí es donde residía la Ciencia y el Saber: en manos de los especialistas. Al fin y al cabo, para algunos, la MFC no era más que una suma de conocimientos de especialidades clínicas, con un pequeño toque de contenidos de Salud Pública y una pizca de Ciencias Sociales[2]. Javier Segura entre dos estudiantes de 5º año de MIC, delante de la Clínica Popular de MBA, ubicada en el núcleo de desarrollo endógeno Fabricio Ojeda, en el sector Gramoven de Catia, parroquia Sucre, en el oeste de Caracas. Foto: Javier Segura, Noviembre 2.
Aberración bolivariana” o interesante rediseño de la formación médica? Ese era el dilema que se planteaba pues con la MIC. Cómo resolverlo en tan poco tiempo de estancia en Caracas y con el maniqueísmo de las fuentes disponibles? Seguí una doble estrategia: visitar un centro de la MBA, donde pude entrevistarme con estudiantes de 5º año de MIC y estudiar a posteriori documentos que definiesen y analizasen este modelo de formación.
Afortunadamente pude acceder a interesantes documentos de los responsables del programa de formación. Sin embargo, no pude entrevistarme con las autoridades académicas críticas a MIC y no he tenido hasta ahora respuesta a mi demanda de documentos de análisis que desarrollen y fundamenten estas críticas, limitándose mi conocimiento sobre las mismas a meras opiniones vertidas en los medios de comunicación (queridos lectores venezolanos del blog: todavía estamos a tiempo). A continuación os contaré hasta donde han llegado mis pesquisas. Repasemos una a una las dudas que se lanzan sobre MIC, empezando por el final: 1. La formación de MIC solo dura 3 ó 4 años” Según el programa docente[3], el período de formación es de seis años académicos, que son antecedidos por el Curso Premédico, cuya aprobación es requisito básico para ingresar en la carrera y cuya duración es de 6 meses. Les dan formación política (para hacerles “agentes comunistas” pro- Chávez y por- Castro)”El programa esta codirigido por la misión medica cubana (junto con los ministerios de salud y educación).
Los profesores- tutores son médicos especialistas en Medicina General Integral (MGI) de esta misión cubana, que trabajan en los módulos de MBA[4]. Transmiten pues contenidos, esquemas y enfoques de la formación médica en Cuba, por lo que la influencia cubana es evidente. Esto no tiene porqué significar necesariamente un adoctrinamiento ideológico, y debe considerarse las oportunidades formativas que suponen para los estudiantes venezolanos (el prestigio de la medicina cubana en el mundo salubrista no es despreciable).